nueve años
sin escribir asiduamente
cuatro años
sin escribir una palabra
tal vez
sea posible
una
genealogía de la depresión
veamos:
2014
acabábamos
de mudarnos
a estomba
por el almighty power
de tus
tiras nuevas
las tiras
también traían
una nueva
configuración relacional
una nueva
estructura de poder
sale cabo
rodríguez al banco de suplentes
entra tf
escalafón ingeniería
sale
ayudante de primera donnari
entra frau
doktor
así la cosa
hubiera sido más equilibrada
pero no
2013
estar
mirando series
y películas
suecas
varias
horas al día
pretender aprender
sueco
con una
aplicación
único saldo:
att räcka
fantasear con
largar todo
hacer uso
de mi pasaporte italiano
e irme a
laburar en un mcdonald’s
en algún
país escandinavo
besar por
última vez
a mi mejor
amigo
en un
rincón oscuro
de un
cumpleaños
(facebook
me lo recuerda)
binge watching
y binge eating
y binge eating
engordar
quince kilos en un mes,
ese mes que
estabas en la plata
y no
sabíamos
qué podía
pasar cuando volvieras
podía
llegar a ser ushuaia
ahí sí
había que largar todo
de verdad
en esa
época no había cct
paréntesis
para aclarar
que no todo
es tu culpa
2006
primeros
síntomas
infatuación
tremenda
y no
correspondida
con el
espejo de mí misma
falté a
todas las clases sobre hegel
porque eran
a las dos de la tarde
y a esa
hora no podía
levantarme
de la cama
al menos
todavía escribía
al menos
duró poco
2009
el año en
que hicimos contacto
me
mostraste
que abrazar
la contradicción era posible
sólo que no
lo era
para
siempre
porque
2015
la grieta
abrió una grieta
en nuestros
corazones
todavía
era
demasiado pronto
para que
nos diéramos cuenta
2017
compramos una
casa
el matrimonio
es un contrato
con plazo a
veinte años
a la
excitación inicial le sobrevino
una
tormenta de santa rosa
re zarpada,
el trabajo
los
trabajos
los
trabajos y los días
los hijos
de puta de siempre
y los que
me inventaste
hasta que
me quedé sola
this is a
low flying panic attack
2016
semanas y semanas
sin coger
no tengo ganas
me duele la cabeza
igual nos casamos
igual nos casamos
tengo un vacío
existencial
del orto
lo atribuyo al stress
pero en el fondo se
que es otra cosa
2018
enero
el llanto
el llanto
interminable
febrero
el paisaje prehistórico
lo sublime
y el llanto
reventar
tocar fondo
y empezar a mejorar
de a poco
junio y el sueño
el fuego inesperado
volver a descubrir
la belleza del mundo
recuperar el control
sobre mi cuerpo
el deseo
y el sexo
quemándome por dentro
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