viernes, 29 de junio de 2018


No sé decir
pero el grito incordioso que me ahoga
quiere salirse de algún modo

Dame una de tus manos
y te la voy a morder hasta saciarme
Dame uno de tus dientes y lo voy a guardar bajo la almohada
como amuleto o como souvenir

Este impulso caníbal que me altera
o me conforma
Se instala en mí
o es lucha contra mí
es compás o palabra, no sé

imagen:
en el recuerdo de la infancia hay una flor
desconocida en tanto que innombrada
nunca sabré su tallo y su capullo,
la raíz
pero el perfume está impregnado en mi retina
con el primer aprendizaje de la muerte

esa flor es todos los posibles
esa muerte es la única que cuenta



Creímos en tortugas
gigantes

Sobrevivientes de un apocalipsis diminuto
buscábamos refugio en la explanada
suave desierto de un mar enrarecido

No es eso lo que hay.
El verde
cubre todas las cosas

Las formas que quisimos y que hubieron
y las que nunca habrá,
apareamiento improbable de dos cuerpos
violencia desatada que sublima
el rostro inesperado de lo familiar:
una reunión incandescente.

Tuvo que pasar tanto para llegar hasta este punto.
Tuvo que pasar algo.

Hay un murmullo que recorre mi espalda.

Fiesta de la confianza recobrada,
del deseo expectante, de voces que no dicen,
la memoria infinita de un detalle

El sueño y la materia de mi sensibilidad

The entire history of us

creo que esta vez perdí   pero siempre voy a tener tus ojos volteándose para mirar mi pelo largo y suelto como si por primera vez me vieras