Creímos en
tortugas
gigantes
Sobrevivientes
de un apocalipsis diminuto
buscábamos refugio
en la explanada
suave
desierto de un mar enrarecido
No es eso
lo que hay.
El verde
cubre todas
las cosas
Las formas que
quisimos y que hubieron
y las que
nunca habrá,
apareamiento
improbable de dos cuerpos
violencia desatada
que sublima
el rostro
inesperado de lo familiar:
una reunión
incandescente.
Tuvo que
pasar tanto para llegar hasta este punto.
Tuvo que
pasar algo.
Hay un murmullo
que recorre mi espalda.
Fiesta de
la confianza recobrada,
del deseo
expectante, de voces que no dicen,
la memoria
infinita de un detalle
El sueño y la materia de mi sensibilidad
1 comentario:
Belleza contundente en cada verso, como el sol caído entre las hojas.
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