el rictus ascendente de mi boca
quiso menguar la cicatriz furtiva
-dejame entrar ahí,
ahí
a los labios rasgados de lo inaprehensible
no alcanza
con destilar lujuria:
a veces
la medida justa
suele ser
inexacta
como un vaso vacío
que se incendia
en el rincón absurdo,
la presión omnisciente de lo externo
la alteridad latente en la palabra
y sangro,
pero soy una adolescente
fluorescente
todo confluye al fin
mi obscenidad es la certeza
2 comentarios:
Lo obsceno no es más que una cucharada extra de realismo en el guiso moral. Que no te envenenen, que no te destilen, que como bien dijiste la inexactitud certera será la que mejor te calce.
Seguí sangrando por los dedos que lo hacés muy bien!
Saludos
"mi obscenidad es mi certeza"
y mi narcótico el encuentro
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