jueves, 13 de agosto de 2009

el agosto radiante
del almendro

me anuncia que ya es hora

partir
el mundo en dos,
abrir

los brazos de par en par a lo que adviene

y es tan dulce ver cómo los retoños
reclaman
el desierto que cede

y es tan dulce dormirme así,
con el sabor del sol en las pestañas

te canto:
tomame

ahora

porque mi amor es intenso,
pero efímero

mi amor es un torrente

y dibuja un bozal todas las noches
para vencer las sombras,

el silencio

2 comentarios:

Bruno Nanti dijo...

A esa hora aturde el silencio, ya está hablado.

Excelente.

Bruno Nanti dijo...

Excelente dato! Sí, el credo es el epítome de la milenaria carrera de contradicciones de la que nuestra obedientemente amada Iglesia no se cansa nunca de correr, aunque sea hacia atrás.
Ahora, si el after-hour de la vida es en este o en otro plano, lo ignoro con firmeza; sólo sé que esto con lo que ahora escribo tiene la fecha de caducidad en algún lado.
En criollo: envase descartable.

The entire history of us

creo que esta vez perdí   pero siempre voy a tener tus ojos volteándose para mirar mi pelo largo y suelto como si por primera vez me vieras