perdiste el tiempo y diste
viste que se había acabado
it’s over
dijo
le temblaban las manos pero no la cabeza
echó el cerrojo y dio vuelta la llave
y con un gesto de clausura puso fin
al pedazo de vida que te había robado
sangraste y fuiste una con la luz,
con el silencio
demasiado tiempo en el placard
puede ser perjudicial
para una despedida
te ibas y se fue,
como la misma noche se internó en la noche
aunque afuera había sol
y la piel resplandecía de almendras
el gusto amargo de la repetición
el suave aroma del almendro
2 comentarios:
HOMBRE MIRANDO AL NOROESTE
no una naranja, no
un durazno, mucho menos aquel damasco elocuente; es que
cuando hablo de dolor hablo
con este ruidito en el alma, este almendreo (sí, almendreo)
vagabundo e imperioso
que sostiene los carozos de mis sueños
las pulpas que flotan en el mar de tus ojos.
¿Moverme entonces? Ahora… ¿Cuándo?
¿Poesía acaso? ¿Ahora? ¿Cuándo?
una tras una veo desfilar por la avenida
camisetas negras y amarillas…
acaba de perder Olimpo, escribí,
y la gran nube que tapa el sol hace resplandecer el negro de las cosas.
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tanto tiempo! que tal todo por alli? le dejo un beso querida! muy lindo lo que ha escrito! para las almas sensibles dirian los muchachos de Pez..
Hasta Siempre!
Venceremos.
Bello (L)
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